
La colonización
antioqueña fue el proceso de poblamiento que se dio desde finales del siglo
XVIII hasta inicios del siglo XX, en la región que hoy se denomina eje
cafetero. Esta colonización abarcó dos grandes etapas.
Primera etapa de la
colonización antioqueña
Esta etapa, se
inició en 1770 y terminó en 1874. Se caracterizó por la movilización colectiva
de pobladores que formaron expediciones para establecer colonias, fundar
pueblos y repartir tierras. En estas primeras colonizaciones se fundaron
Sansón, en 1797, Abejorral, en 1808 y Aguadas, en 1814, que, a su vez, serían
puntos de partida para la colonización de otras zonas.
En esta primera
etapa, se colonizaron tres tipos de tierras: el primer tipo, estaba conformado
por tierras baldías otorgadas por el Estado de Antioquia para que grupos de
colonos las habitaran. Mediante esta modalidad, fue colonizado el territorio
ubicado entre los Farallones de Citará y el valle occidental del río Cauca.
El segundo tipo
correspondía a las tierras selváticas sobre las que existían títulos de
propiedad coloniales y en las que se presentaron enfrentamientos entre los
colonos y los dueños de estas. En ellas, se iniciaron los procesos de
colonización del Quindío y norte de Caldas.
El tercer tipo eran
tierras obtenidas por comerciantes y terratenientes en las primeras décadas de
la era republicana, en las cuales organizaron por su cuenta expediciones
colonizadoras, vendiendo a colonos parte de sus tierras o convirtiéndolos en
arrendatarios o aparceros.
Segunda etapa de la
colonización antioqueña
La segunda ola de
la colonización antioqueña comenzó con la promulgación, en 1874, de la ley 61
sobre la adjudicación de baldíos nacionales a cultivadores y finalizó en la
segunda década del siglo XX. Esta etapa, se caracterizó por las ocupaciones
individuales de tierras.
Tradicionalmente,
se piensa que la colonización antioqueña generó un gran número de campesinos
propietarios de pequeñas parcelas, pero, recientes estudios muestran que, aun
en esta colonización, la formación de pequeños propietarios fue poca en
comparación con el alto número de campesinos que terminaron trabajando como
aparceros o jornaleros en tierras de terratenientes o comerciantes. A pesar de
esto, el número de campesinos dueños de pequeñas porciones de tierra fue
mayor con relación a otras regiones del país como Santander, Cundinamarca y Cauca